Qué ver en Oporto en 2 días

qué ver en Oporto en 2 días

¡Cuánto tiempo llevaba queriendo conocer Oporto, y qué buena recompensa para tanta espera! No ha podido gustarme más: calles con encanto, gente amable, gastronomía espectacular, vistas fabulosas… Hay mucho que ver, pero en este post os presentaré lo que yo he visto en Oporto en 2 días, creo que muy bien aprovechados, y sin embargo sin prisas y disfrutando.

Llegada desde Galicia

Fuimos en coche desde Coruña, a través de la A3 no tuvimos que registrarnos para el pago de los peajes electrónicos que hay en Portugal ya que en este tramo no hay ninguno. Sí que pagamos peajes, pero de los normales con cabina. En caso de ser necesario, yo lo he hecho muchas veces en mi trabajo para los viajes de mis compañeros y es muy sencillo.

Entrando en la web Portugal Tolls están todas las opciones disponibles. A mí la más cómoda me parece la que se llama Easy Toll, en el que asocias tu matrícula con una tarjeta de crédito por 30 días, y si pasas por algún peaje electrónico, leen tu matrícula y van descontando directamente de tu tarjeta los importes. A la vuelta del viaje vuelves a entrar, y si has ido menos de los 30 días, cancelas la adhesión y listo. Te cobran 0.32€ de gastos de gestión a mayores en cada peaje, pero en el resto de modalidades tienes que coger importes prepagados, y me parece más lío estar calculando cuánto vas a necesitar recargar. De coste de adhesión cobran 0.74€, pero esto lo cobran con cualquier modalidad.

Alojamiento

Reservamos en el Ibis Porto Centro Mercado Bolhao, y me pareció muy buena opción, barato, bien situado y las instalaciones nuevas. Tienen desayuno, aunque no lo cogimos así que no sé qué tal está. No tiene aparcamiento, pero hay un par de parkings a 2 minutos. Yo fui al parking Silo Auto, cuando hayas aparcado tienes que ir a la oficina de atención al público y decir que quieres aparcar durante 24 horas o los días que necesites, y te cobran 13€ por día. Si no haces esto, te cobrarán el precio por horas, que lógicamente sale más caro.

En realidad hemos estado en la ciudad un día y medio, ya que llegamos después de comer, y al segundo día nos fuimos a última hora de la tarde, pero ha sido tiempo suficiente para una primera toma de contacto con Oporto, poder conocer su esencia, sus imprescindibles y sus platos típicos. Nuestras visitas en Oporto fueron las siguientes:

  • Día 1.

Jardines Palacio Cristal

Torre dos Clérigos

Capela das Almas

Praza dos Póvidos

  • Día 2.

Desayuno en A Fábrica da Nata

Iglesia de San Ildefonso

Estación São Bento

Livraria Lello

Iglesia do Carmo e Iglesia Carmelitas

Catedral Oporto

Cais da Ribeira

Ponte Luis I

Cais de Gaia

Comida en Taberninha do Manel

Avenida dos Aliados

Jardines de Cristal

Aprovechamos que teníamos el coche para visitar nada más llegar los Jardines del Palacio de Cristal, que están un poco alejados. Es un parque precioso y con vistas impresionantes a la ciudad y al río Duero, pero la hora en la que lo visitamos tenía muy mala luz y no nos quedaron fotos muy bonitas, así que simplemente disfrutamos de él. Hoy en día ya no existe el Palacio de Cristal que da nombre a los jardines, en su lugar han construido el Pabellón Rosa Mota o más conocido como Super Bock Arena, que se trata de un recinto multiusos.

A lo largo del parque encontramos diferentes espacios con rosaledas, zonas de merienda, fuentes, zonas de columpios, senderos… para mí lo más destacable está al final del paseo, donde hay varios miradores al río Duero y al puente da Arrábida, especialmente desde la torre del jardín.

Torre dos Clérigos

De camino al hotel pasamos por la Torre de los Clérigos, y aunque al día siguiente volvimos, como había sitios para aparcar decidimos hacer una parada rápida para hacer unas fotos aprovechando que no había apenas gente.

qué ver en Oporto en 2 días
Torre dos Clérigos

qué ver en Oporto en 2 días

Se puede subir a la torre de 76 metros de altura, por 6€ de 09.00 a 19.00, pero si quieres asegurar el horario y ver las distintas opciones de tickets, puedes verlo aquí.

La torre tiene 250 años de historia, y en otros tiempos sirvió de telégrafo y reloj para los habitantes de Oporto.

Capela das Almas

Después de pasar por el hotel a dejar las maletas, salimos para cenar y pasamos por la Capela das Almas, una de las imágenes más típicas de Oporto. Es una iglesia pequeñita pero que no pasa desapercibida debido a sus azulejos azules tan característicos de la ciudad, que curiosamente fueron incorporados a su fachada en 1929, después de su construcción en el S. XVIII.

Praça dos Poveiros

Fuimos a esta animada plaza para cenar. Queríamos ir a Casa Guedes, que había leído que era muy buena opción para probar cosas típicas, pero estaba cerrado. Lo cierto es que es una plaza llena de restaurantes y terrazas con mucho ambiente, y estaban todos bastante llenos. Finalmente conseguimos mesa en Santa Francesinha, y resultó ser muy buena opción, la atención muy buena y la francesinha muy rica, además la acompañan con patatas fritas. Como entrante cogimos bolinhos de bacalhau, y también muy buenos.

Después de esta cena tan copiosa pero tan rica, nos fuimos caminando al hotel, a descansar para el día siguiente que nos tocaría madrugar para aprovechar bien la jornada.

Empezamos el día desayunando en la Fábrica da Nata, uno de los sitios más famosos donde probar los pasteis de Belem o pasteis de nata, tan típicos de Portugal. Además de estar buenísimos, el local es precioso. Otro de los sitios en donde dicen que son de los mejores es la Manteigaria, que los cogimos por la tarde para traer para casa. La verdad no sabría elegir, los dos me encantaron, jeje.

Iglesia San Ildefonso

Una de las visitas imprescindibles de Oporto es el Mercado do Bolhao, que además está al lado del hotel en el que nos alojamos, sin embargo durante nuestra visita estaba en reformas, una pena ya que los mercados es algo que suelo disfrutar mucho.

De esta forma, nuestra primera parada del día fue la Iglesia de San Ildefonso. El paseo hasta ella desde la Fabrica da Nata está lleno de encanto, a través de la calle Santa Catarina, una de las calles que no te puedes perder en Oporto, peatonal y llena de tiendas, y con callejuelas muy bonitas que la atraviesan.

La Iglesia de San Ildefonso está situada en la Praça da Batalha, es del S. XVIII de estilo barroco, y al igual que a la Capela das Almas, los azulejos los incorporaron en el siglo XX e incluyen escenas de la vida de San Ildefonso y alegorías de la Eucaristía.

Estación São Bento, un imprescindible que ver en 2 días en Oporto

Es conocida por ser una de las estaciones de tren más bonitas de Europa, y no es para menos, nada más entrar en ella te transporta a otra época. Como no, su vestíbulo está cubierto de azulejos azules típicos, nada más y nada menos que 20.000, y en ellos podemos ver distintos episodios de la historia de Portugal.

Aquí aprovechamos para ir al baño, que son de pago, pero esto siempre tiene la ventaja de que suelen estar limpios.

Livraria Lello

A continuación nos fuimos a la famosa Livraria Lello, inaugurada en 1906 y con un interior impresionante. Yo había cogido las entradas en la propia web de la librería (aquí), por un precio de 5€, pero cuando llegamos había mucha cola y como todavía nos quedaban muchas cosas para ver, decidimos dejarlo para por la tarde. El horario es de 09.00 a 19.00.

Iglesia do Carme e Iglesia das Carmelitas

A pocos pasos de la librería tenemos estas dos iglesias, que se encuentran en la misma plaza, separadas por la Casa Escondida, la casa más estrecha de Portugal.

Vista de las iglesias desde la Praça de Gomes Teixeira


Iglesia Carmelitas, Casa Escondida, Iglesia do Carme

Después ya nos apetecía tomar algo y hacer un descanso, y fuimos paseando por la Rúa das Flores, donde se pueden ver preciosas fachadas.

Después de dar vueltas sobre donde parar a hacer un descanso, nos decantamos por Castro Atelier de Pastéis de Nata. Tomamos unos cafés con leche, y aunque los pastéis tenían pintaza, decidimos reservarnos para la comida.

Catedral de Oporto

Se empezó a construir en el S XII con estilo románico, pero sus obras continuaron hasta el S. XIII y se fueron incorporando algunos elementos góticos, e incluso hoy por hoy se considera de estilo barroco por la cantidad de elementos de este estilo que se fueron añadiendo.

Nosotras cogimos la entrada con acceso al claustro, y sin duda fue un acierto ya que me encantó.

Además, desde la plaza delantera de la catedral, hay unas vistas preciosas de la ciudad y el río Duero.

Al terminar la visita de la catedral pasamos por el mirador Iglesia San Lorenzo dos Grilos.

Además, bajando desde la catedral hasta orillas del Duero, podemos disfrutar de montones de rincones llenos de encanto.

Cais da Ribeira, un imprescindible que ver en 2 días en Oporto.

Y por fin llegamos a orillas del Duero, las vistas que tanto tenía ganas de disfrutar. No sólo es una zona genial por lo bonita que es, sino también por el buen ambiente que hay, llena de bares y restaurantes.

Ponte Luis I

Pasamos de Cais da Ribeira a Cais de Vilanova de Gaia mediante el puente más famoso de Oporto, Ponte Luis I, atravesando el río Duero. Se puede cruzar caminando, en coche o en metro. Merece la pena cruzarlo a pie para poder disfrutar con tranquilidad de las preciosas vistas.

Cais de Gaia

Desde el lado del Duero de Vilanova de Gaia podemos disfrutar de unas preciosas vistas hacia el lado de Cais de Ribeira y el puente Luis I, y además de nuevo tenemos un montón de restaurantes donde probar platos típicos portugueses. También es habitual en esta zona visitar una bodega de los famosos vinos de Oporto, pero a nosotras no nos daba tiempo.

En su lugar, decidimos comer en A Taberninha do Manel, donde además de disfrutar de una deliciosa comida, hicimos una cata de vinos. Me pareció muy buena opción para tener una idea de los distintos tipos de vino que ofrecen en la ciudad.

Después de comer dimos una vuelta por la zona y disfrutamos de las vistas.

Tras cruzar de nuevo el puente Luis I, volvimos a disfrutar de los preciosos rincones que nos ofrece Oporto.

Tras subir toda la escalinata (según un portugués que nos cruzamos son 210 escalones, jaja), decidimos parar a tomar algo fresquito en una terraza.

Teníamos intención de hacer la visita de la Livraria Lello que nos había quedado pendiente por la mañana, pero volvimos y las colas de nuevo eran inmensas, así que preguntamos en la cola quién no tenía entrada comprada por adelantado, y se las dimos a una pareja, ya que no nos daba tiempo a esperar si queríamos llegar a una hora decente a casa. 

Avenida dos Aliados

El último punto significativo por el que pasamos fue la Avenida dos Aliados, que la caminamos de vuelta al parking a recoger el coche para irnos. En esta avenida podemos ver el ayuntamiento de Oporto, la Praça da Liberdade y el monumento a D. Pedro IV.

Ya por último volvimos a hacer una parada para tomar algo, antes de dirigirnos al coche, donde ya habíamos dejado las maletas por la mañana, para poner rumbo a casa.

Oporto me ha parecido una ciudad alegre, con muy buen ambiente, gente maravillosa y comida riquísima, sin duda intentaré volver en cuanto pueda para disfrutar con tranquilidad de ella.

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